No lo olvide Dyoo, su audaz diario cibernetico

jueves, 8 de noviembre de 2007

Arsenal vs. River. Round 1


A ambos se les cumplió el deseo. Por razones operativas, Arsenal y River preferían encontrarse en las semifinales de la Copa Sudamericana, porque eso signfica evitar un fatigoso viaje a México para medirse con otro rival. Esta competencia de clubes, segunda en importancia en América del Sur, detrás de la Copa Libertadores, se asegura un finalista argentino, algo que en sus seis años de existencia sólo no ocurrió en la temporada anterior, cuando Pachuca le ganó la definición a Colo Colo.

A las 20.45, Arsenal y River abrirán hoy la serie en el estadio de Sarandí, cuya capacidad para 18.300 personas no cumple con el mínimo reglamentario exigido por la Confederación Sudamericana para esta etapa, pero como el club de Núñez no lo vetó, no habrá cambio de escenario.

El compromiso, de por sí importante, cobró más valor para River desde que el último domingo se despidió de la lucha por el Apertura. Sólo le queda la Copa Sudamericana para no completar el tercer año consecutivo sin la obtención de un título. Es mucho lo que pone en juego River. Está necesitado de cortar la inercia en la que cayó en los últimos tiempos, marcados por algunos sonoros fracasos deportivos y no pocos sobresaltos institucionales. El malestar que subyace en los hinchas hacia el equipo, el cuerpo técnico y los dirigentes puede reflotarse y salir a la superficie ante otro paso en falso.

En medio de este tenso panorama, también se empieza a definir el futuro de Daniel Passarella, que hace unos meses se impuso como condición ganar un título en este segundo semestre para continuar al frente del equipo. Sin embargo, por estos días, un éxito tampoco garantizaría la permanencia de Passarella, cuyos cortocircuitos con los dirigentes hacen más inestable su situación. Pero como la historia de River se reescribe hora a hora, el curso de los acontecimientos es un acertijo.

Una menor carga soporta Arsenal. Su entrenador, Gustavo Alfaro, lo describió claramente: "Nosotros jugamos por un sueño. Nos moviliza la ilusión; a River, la obligación. Si quedamos afuera no habrá ningún escándalo; no sé si ocurriría lo mismo en el caso de River".

Como en River lo bueno y lo malo suele ser fugaz, en este momento ya no tiene razón de ser aquella formación base que Passarella había encontrado tras el gran triunfo ante Boca. Lesionados y suspendidos modificaron el panorama, pero el Káiser también volvió a intervenir para cambiar piezas por razones tácticas y futbolísticas.

Para ir al Viaducto, Passarella diseñó una alineación con mucho músculo, de fuerte contenido físico. Un equipo bien predispuesto para la lucha, para el cuerpo a cuerpo que le plantearía Arsenal. "Es el rival más difícil que nos podía tocar porque nos puede complicar con el juego aéreo", expresó el zaguero Cristian Nasuti. Los sufrimientos de River con las pelotas que llegan por arriba a su área van más allá de un adversario puntual; en este semestre, de los 28 goles que recibió, 9 fueron en acciones con la pelota detenida y por aire.

Para protegerse mejor, River tendrá tres zagueros centrales en la línea de cuatro (Ferrari quedó al margen por una suspensión). Reforzará la contención en el medio con la ubicación de Domingo de volante derecho. Y en la delantera, Passarella dará la sorpresa con la inclusión de Ruben (no juega desde el 3 de octubre, cuando hizo el gol en la derrota por 4 a 1 ante Argentinos). El DT prefirió la pujanza de Ruben por encima de la mayor capacidad técnica de Buonanotte o Rosales.

El poderío aéreo de Arsenal se verá resentido por la ausencia de San Martín, pero Alfaro apuesta por dos delanteros de área con Calderón y Biagini. Villar, de buen manejo, irá por la izquierda.

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